Ambos tienen como objetivo mejorar la presencia de una marca en el mercado y llegar a su público objetivo de manera efectiva.
El marketing y el diseño gráfico son dos campos que, aunque diferentes, se complementan entre sí de manera dinámica. El marketing se enfoca en el análisis de métricas, estudios de mercado y targets, lo que permite establecer objetivos y estrategias concretas. Por otro lado, el diseño gráfico se enfoca en la creación de piezas visuales atractivas y funcionales que ayudan a transmitir un mensaje o una idea.
Vamos a poner un ejemplo muy sencillo pero conocido:
Imagina que estás buscando comprar unas zapatillas para hacer deporte.
Sabes que hay muchas opciones en el mercado, pero por motivos económicos decides optar por las más sencillas que también tienen una buena calidad.
Sin embargo, si tuvieras la posibilidad de elegir o gastar más dinero, ¿no te gustaría adquirir unas zapatillas que además de cumplir con su función, te resulten atractivas y te transmitan un valor con el que te identifiques? Este valor podría ser algo relacionado con el diseño, como la forma, el color, la textura, etc. o incluso con la marca que representa y su mensaje. En ese caso, estarías dispuesto a invertir más dinero en algo que no solo es útil, sino que también te hace sentir bien al usarlo.
El diseño gráfico juega un papel clave en el marketing, ya que es a través de elementos visuales que se transmite una gran parte del mensaje publicitario. Un buen diseño gráfico puede captar la atención del público, transmitir un mensaje de manera clara y efectiva, y en última instancia, ayudar a cumplir los objetivos de marketing.
El análisis de métricas y targets que proporciona el marketing permite establecer objetivos concretos, mientras que el diseño gráfico se utiliza para crear piezas visuales efectivas que ayuden a cumplir esos objetivos. Es por eso que el combo de marketing y diseño gráfico es tan dinámico y efectivo en el mundo publicitario.
En resumen, el marketing y el diseño gráfico son una combinación poderosa que puede ayudar a las empresas a mejorar la percepción del consumidor, establecer objetivos claros y alcanzar el éxito en su estrategia de negocio.
